A veces en la vida, las personas nos fallan, nos abandonan o
nos hacen daño. A veces en la vida no hacemos lo que queremos por miedo a
perder, pero a veces perdemos sin haberlo intentado.
Sabes? En el fondo me gusta pensar que soy fuerte, que puedo
con todo lo que venga, pero más en el fondo se que no es verdad. La mínima
mierda puede conmigo, pero me gusta disfrazarme, me gusta sonreír delante del
espejo y me gusta que nadie note que estoy destrozada. A todos nos gusta
disimular los golpes no? Aunque a veces, no es tan malo bajar la guardia, que
se enteren que estás rota, que no puedes con esto y que necesitas ayuda…
Pero hoy mi paciencia se termina, como todo en la vida.
Puede que no sepa muy bien que hacer con todo esto o como actuar mejor, pero sé
que algo tengo que hacer. Estoy harta de ver como se me pasan momentos únicos ,
estoy harta de discutir, de sentirme yo mal por cosas que ni siquiera me
incumben , de mirarme en el espejo y no reconocerme, de no saber que quiero, ni
a quien quiero ,ni a donde voy. Porque llega un
momento en el que te das cuenta de que la mayoría de las cosas que antes eran
especiales, ahora te cansan. El camino que recorrías todos los días, ahora se
ha convertido en rutina; las caras conocidas que veías todos los días, más
rutina. Y yo nunca he sido una chica de rutinas. Necesito irme, lejos. Hacer
caminos nuevos, conocer a otras personas que empiecen a formar parte de mi
vida. No me malinterpretéis, irme no significa olvidar, si no empezar otro nuevo
capítulo en donde quizás alguna gente ahora ya no esté.
Si, es verdad, podría haber
escogido otro momento para escribir y así esta no sería una entrada tan triste
pero he decidido que este es el momento exacto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sonrisas.