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Sal a la calle, sonríe, como si nada te importase, camina por ahí como si todo fuera perfecto, que hablen de ti, que te claven la mirada, que susurren al pasar, que se pregunten por qué eres tan feliz, que se queden con la duda.

Gracias por estar ahí.

sábado, 30 de junio de 2012

Dios.


Anoche soñé que estaba con Dios en la playa, podía ver en la arena el trayecto de mi vida entera. Había dos hileras de huellas: unas me pertenecían a mí, otras pertenecían a Dios. Extrañada le pregunté: "Señor, en los momentos más horribles de mi vida solo hay unas huellas ¿por qué me dejaste sola?" .Y Dios me contestó: "Nunca te dejé sola, en esos momentos, te llevaba en mis brazos."

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Sonrisas.